A la hora de decorar una habitación juvenil podemos tener muchas dudas, ya que son muchos los factores que entran en juego para acertar. Evidentemente, lo ideal es contar con la opinión del dueño de la habitación para conseguir que sus gustos se reflejen en el espacio que va a ser su pequeño santuario, el sitio en el que va a poder disfrutar de su intimidad en mayuor medida, sobre todo si hablamos de adolescentes. No obstante, las más de las veces la opinión de nuestros hijos se limitará a tema de colores, decoración o incluso distribución, pero dependiendo de la edad es probable que no tengan claro cómo escoger adecuadamente una cama o una silla adecuada para su espalda.
De un tiempo a esta parte hay una tendencia en auge, que es la de incorporar en las habitaciones juveniles sofás cama. Se trata de una iniciativa interesante, ya que permite que el adolescente cuente con un espacio de ocio, no únicamente de descanso, ahorra espacio y no tiene por qué comprometer la salud postural de nuestros hijos porque actualmente existen sofás cama con colchones de muy buena calidad que no afectan la calidad del sueño. En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber sobre las ventajas de utilizar un sofá cama en una habitación juvenil, ¡a tu hijo (o hija) le encantará!
Ventajas de utilizar un sofá cama en una habitación juvenil
Como comentábamos, la incorporación de sofás cama en espacios juveniles está de moda, pero son muchos los padres que siguen sintiéndose algo reticentes a la idea de utilizar un sofá cama en lugar de una cama al uso para sus hijos. Lo cierto es que se trata de una opción perfecta para adolescentes o niños algo mayores, pero no es la más recomendada para niños pequeños. No obstante, te contamos las múltiples ventajas que pueden ofrecer si en tu casa hay alguien que está a punto de entrar en la adolescencia o ya está de lleno en ella:
- Ahorro de espacio. El ahorro de espacio es una de las ventajas más evidentes, ya que un sofá ocupa menos que una cama. Además, la versatilidad del mueble hace que se pueda aprovechar el espacio de otras muchas formas. Lo único que hay que hacer es saber dar con la distribución adecuada para que este ahorro de espacio sea tan efectivo como puede llegar a ser, y tu hijo tendrá un espacio estupendo para recibir visitas, jugar a la consola, ver la televisión o leer.
- Comodidad garantizada. Si bien es cierto que antaño podían encontrar sofás cama baratos cuya calidad dejaba algo que desear, hoy por hoy la tecnología de este tipo de asientos se ha modernizado en gran medida y es fácil encontrar un sofá cama que sea cómodo tanto en su faceta de sofá como en su faceta de cama. En SofaClub contamos con un amplio catálogo de sofás cama en el que podrás encontrar el más adecuado para tu hijo, de diferentes tamaños y modelos para que se adapte a sus gustos y al espacio del que dispone en su dormitorio. ¡No te arrepentirás!
- Una decoración moderna. ¿Quién no ha querido tener un sofá o un sillón en su cuarto cuando era pequeño? Se trata de un deseo bastante recurrente entre los jóvenes, ya que les permite mayor comodidad a la hora de recibir visitas y de realizar actividades como leer o incluso hacer los deberes. Incorporar un sofá cama a una habitación juvenil permite disfrutar de una decoración más moderna y organizada, y hará las delicias de cualquier adolescente.
- Practicidad. Al contar con un sofá cama puedes disponer de dos muebles en uno, por lo que la practicidad es más que evidente. Saber que tus hijos podrán recibir a sus amigos en la privacidad de su dormitorio con mayor comodidad es un plus que disfrutarán, y además se trata de algo que puede beneficiar a su espalda, especialmente si pasa muchas horas en su dormitorio para realizar deberes, tareas de lectura o cualquier tipo de ocio, ya que estar tumbado en la cama constantemente o sentado sin un apoyo lumbar puede acabar siendo perjudicial, y disponiendo de un sofá este tipo de problemas no tienen por qué darse.
- Entorno personalizado. Se trata de una medida decorativa innegablemente original, ya que, aunque es una tendencia en auge, no siempre se ven habitaciones juveniles con sofás cama en lugar de camas con somier. Optar por esta opción hará que tu hijo disponga de una habitación diferente que le dé un toque personalizado y distinguido, y el objetivo último de decorar una habitación juvenil es, además de garantizar que las necesidades del cuerpo en desarrollo de tu hijo están más que cubiertas, poder hacerle sentir cómodo en un espacio único y diseñado para él.
Como ves, no son pocas las ventajas de contar con un sofá cama para una habitación juvenil, pero siempre hay que tener en cuenta todas las cartas de la baraja antes de tomar una decisión. En primer lugar, tienes que asegurarte de que es algo que tu hijo efectivamente desea, pues aunque se trata de una idea original y cómoda puede que la habitación de sus sueños disponga de una cama con somier. En caso de que sí esté interesado, no tienes más que consultar con nosotros para que te asesoremos, ya que somos especialistas en sofás desde hace generaciones. De igual forma, te incluimos también algunos de los contras que puedes encontrar en el uso de un sofá cama para un dormitorio juvenil:
Contras de utilizar un sofá cama en una habitación juvenil
No son muchos, pero sí es necesario que se tengan en cuenta. Sin ir más lejos, el principal contra es que no debes engañarte por el concepto de habitación juvenil, pues los sofás cama no están pensados para niños pequeños. A determinadas edades tempranas, a raíz de la coordinación motriz, el niño necesita de un tipo de cama específico para evitar posibles caídas, y un sofá cama por norma general tiene una altura superior a la cama que necesita un niño pequeño. Se trata de una buena alternativa si hablamos de adolescentes, o en general niños de más de doce o trece años, pero menores que eso no es la opción más recomendable.
También hay que tener en cuenta que se trata de un sofá con un mecanismo específico que, en caso de usarse demasiado o con brusquedad, podría llegar a presentar algún problema que una cama con somier no presentaría, como que no pueda cerrarse correctamente o, peor, que no pueda abrirse. Es un caso hipotético, pero es importante tener en cuenta que un mueble de estas características presentará problemas diferentes a los que presentará una cama con somier, pero no presentará más que esta última.