
Al elegir el tapizado de un sofá debemos tener en cuenta una serie de características, como el color de la tela y la combinación con el resto de muebles u objetos de decoración de la vivienda, el tipo de material —como puede ser la piel, la polipiel o la fibra de algodón, entre otros—, la comodidad que el tapizado de sofás proporciona y si realmente merece la pena tapizar el sofá o es aconsejable comprar otro.
En definitiva, se trata de tener en consideración una serie de cuestiones y de premeditar la decisión para acertar en el momento de tapizar sofás y analizar qué es lo que necesitamos. A continuación, te explicamos cuál es el mejor material para tapizar un sofá. Sigue leyendo para más información.
¿Por qué tapizar un sofá?

El tapizado es el proceso de recubrimiento de este mueble mediante telas para tapizar sofás. Este suele realizarse sobre la propia estructura del sofá, así como también sobre los sillones acolchados, respaldo y brazos. La elección de un tapizado de sofás es fundamental para mejorar el confort de nuestro mueble, así como para alargar su vida útil. La razón por la cual debemos tapizar el sofá es obvia, ya que protege el mueble y alarga su vida útil, además nos proporcionará un bonito diseño que encaja con la decoración de la sala u habitación.
El tapizado suele venir ya diseñado en los sofás que compramos en las tiendas de muebles, aunque si compras un sofá personalizado, entonces tendrás que indicar las dimensiones del mueble, el color y, por supuesto, el material de tapizado que deseas. Otro de los motivos por los cuales llevar a cabo el tapizado es para restaurar sofás que se han deteriorado a causa del tiempo.
Qué material es mejor para tapizar un sofá
La elección del material de sofá o tela para tapizar sofás depende de las características y prestaciones de cada una de ellas. Podemos encontrar una gran cantidad de materiales para tapizar sofás, como la microfibra, el tejido de algodón o lino, la piel, la chenilla… Ahora bien, lo primero que debes plantearte es si prefieres un tapizado de piel o uno de tela. En el caso de que elijas pieles debes tener en cuenta que cuanto más gruesas sean estas, más resistente y de mejor calidad. En el caso de los materiales de sofás de tela, influyen mucho las características de cada una de ellas —incluso, podemos encontrar materiales innovadores que repelen las manchas—. Ahora bien, en este caso lo que debes tener en cuenta, también, es si prefieres telas lisas o estampadas. Como recomendación, debes tener en cuenta que las telas estampadas destacan por su bonito diseño, aunque a la larga es más fácil aburrirse de ellas —sin olvidarnos de que resulta más difíciles de combinar con el resto de decoración—.
Tapizados de sofás con piel

Es uno de los más populares, de hecho, los podemos encontrar en varios colores como es el marrón, el negro e incluso el blanco. El sofá de piel destaca por ser un producto muy resistente ante el desgarro y los impactos. Además, se limpian fácilmente. Apenas será necesario humedecer un paño y frotar por el tapizado para limpiar el sofá. Ahora bien, en verano este tejido resulta más caluroso que los de algodón —sobre todo, al llevar pantalones cortos o falda—.
Es importante, no obstante, que aprendas a distinguir entre los sofás de piel y los de imitación —o polipiel—. Estos últimos son más económicos, aunque menos deformables y suelen envejecer más rápido. Los sofás de piel natural suelen durar de 15 a 20 años.
Tapizados de sofás con algodón
El algodón es una fibra natural de gran calidad. Esta tela para tapizar sofás resulta muy resistente ante los desgarros, además, es flexible, fresca y confortable. De hecho, es una de las más utilizadas. La desventaja, quizá, es que estos tejidos se manchan más fácilmente que los de piel —aunque afortunadamente, podemos encontrar varios métodos para acabar con las manchas en los sofás—.
Tapizados de sofás con lino
Se trata de una fibra natural para tapizar sofás. Este material de sofás es respetuoso con el medio ambiente, el mismo controla muy bien la humedad y resulta muy confortable al tacto. Uno de las desventajas de este tapizado es que se arruga, aunque también podemos encontrar productos de este material con tratamientos antiarrugas.
Tapizados de sofás sintéticos

Son muchos los materiales de sofás hechos con productos sintéticos, como la chenilla o el terciopelo, entre otras. El primero de ellos suele consistir en una mezcla de poliéster, acrílicos y algodón. Este resulta agradable al tacto, no se arruga y suele ser muy cálido.
Tapizados de sofás con seda o terciopelo
El terciopelo es un material muy suave y elegante, aunque es más delicado que el resto, al igual que la seda. Este tiene un tejido de pelo corto y denso que se distribuye en forma de hilos de manera muy uniforme. La seda también destaca por su tacto agradable y por su bonito diseño.
Tapizados de sofás con materiales innovadores
Los materiales innovadores son aquellos que ofrecen unas prestaciones distintas a las conocidas hasta la fecha. Estos consisten en microfibras repelentes al agua y resistentes frente a las manchas. De hecho, en este tipo de tejidos —que son uno de los más recomendados debido a sus prestaciones— solamente suele ser necesario utilizar un poco de agua para retirar las manchas.
Cómo tapizar un sofá

En primer lugar, debes plantearte si realmente merece la pena la inversión o si, por el contrario, resulta más recomendable comprar un nuevo sofá. Como respuesta debes saber que, si el presupuesto del tapizado total representa un 40% o menos del valor del sofá, entonces merece la pena. También es importante que tengas en cuenta los materiales necesarios para poder hacerlo. Estos son: tijeras, cinta métrica, grapadora, máquina de coser, telas y cremalleras, destornillador, alicates, papel y bolígrafo. Para tapizar un sofá en casa deber seguir los siguientes pasos:
- Desmontar el sofá.
- Calcular los metros de tela para tapizar un sofá en casa.
- Cortar las telas y coserlas por los bordes.
- Grapar las telas al sofá.