Un estudio es un lugar ideal para desarrollar proyectos, para estudiar temarios relacionados con tu profesión, para meditar sobre estrategias de marketing y/o comerciales para tu negocio y para planear nuevas ideas o mejoras. Los estudios pueden ser locales especiales para trabajos específicos —como los estudios de arte o los estudios de arquitectura—, pero también habitaciones de la vivienda que destinamos a tal fin, o viviendas de reducido tamaño que cumplen con la función de ayudar a mejorar la concentración. Se trata de espacios muy importantes y esenciales, por ello, es importante prestar atención a su decoración.
La elección de un sofá clásico en nuestro estudio no solamente hará que este luzca y se vea mejor llamando la atención de los que visitan el inmueble, también te ayudará a descansar y a reponer fuerzas cuando lo necesites —y así poder continuar con tu proyecto o estudio con más ganas—-. E incluso puede que te resulte más cómodo para trabajar y te permita conciliar más fácilmente tus ideas. Además, estos muebles son ideales para estudios pequeños. Los sofás para estudios pequeños —sobre todo, los sofás clásicos— aprovechan a la perfección el espacio disponible.
En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre cómo decorar un estudio con sofás clásicos. Presta atención a nuestros consejos para convertir este espacio en un lugar ideal donde trabajar y estudiar.
¿Qué es un sofá clásico?
Los sofás clásicos son aquellos que cuentan con formas redondeadas, por lo general en los respaldos, y tapizados de tela estampada con dibujos elegantes. También podemos encontrar sofás clásicos hechos de terciopelo y de pieles de primera calidad. Una de las características más destacadas de los sofás clásicos es que estos son de dos plazas, aunque también podemos encontrar sofás tresillos clásicos —no es lo más habitual—. Es por esta razón que los sofás para estudios pequeños se adaptan a la perfección. Uno de los sofás clásicos más populares es el sofá Chesterfield —o sofá Chester—. Este mueble es famoso por su tapizado capitoné y su respaldo a la altura de los reposabrazos. Además, el sofá Cheste tiene formas curvas y es un icono de la decoración.
¿Cómo decorar un estudio? Tips para decorar estudio con sofá clásico
Los estudios suelen ser espacios de poco tamaño, por lo general, por ello es importante no abusar de los elementos decorativos, ya que harán que este se vea sobrecargado y generarán una sensación de rechazo, además de un impacto visual negativo —lo cual puede interferir de manera negativa en tu concentración—. Nuestra recomendación es que no te sobrepases con los elementos decorativos y que optes, siempre que puedas, por objetos funcionales. En este apartado te explicamos algunos tipos para responder a cómo decorar un estudio. ¡Continúa con la lectura!
Estudio con sofá clásico
Como decíamos más arriba el sofá no puede faltar en un estudio, ya que este te ayudará a relajarte y mejorará tu concentración, así como el aprendizaje. Al elegir un sofá clásico para estudios debe tener en cuenta los siguientes aspectos fundamentales:
- Las dimensiones del estudio: Si tu estudio es de reducido tamaño —no supera los 30 m2— lo más recomendado es que te decantes por sofás para estudios pequeños. Es decir, compra un sofá clásico de dos plazas y no de tres.
- El color del sofá: Decíamos más arriba que el tapizado de los sofás clásicos puede ser de lo más variado. Con estampados elegantes —e incluso más actuales, como los de estilo comic—, de piel, de terciopelo… Elige el tapizado que mejor se adapte a la decoración general y a los valores que quieres transmitir —como jovialidad, juventud, seriedad, dinamismo, alegría, elegancia…—.
- El acolchado del sofá: Siempre que vayas a comprar un sofá, ya sea un sofá clásico, un chaise longue o un sofá L, fíjate en el acolchado y en la densidad de la espuma. Elige sofás que tengan entre 30 y 35 kg/m3.
- El presupuesto del sofá: El presupuesto del sofá variará, sobre todo, en función de la tapicería y del armazón, aunque también en base a la densidad de la espuma. Te recomendamos que optes por sofás con estructuras rígidas y macizas, ya que estas resultan mucho más resistentes y te ofrecen una vida útil mucho más larga. La tapicería variará en función de tu presupuesto. Los sofás de piel son más costosos que el resto, aunque resultan más elegantes; ahora bien, también puedes optar por la polipiel que es muy similar y su precio es más económico.
Decoración funcional y minimalista
La decoración del estudio debe ser funcional y minimalista. Es decir, utiliza los objetos decorativos que sean únicamente imprescindibles puesto que el espacio del estudio es reducido —como es el estudio con sofá—. Te recomendamos que aproveches este consejo para deshacerte de los muebles que sean innecesarios y que dan la sensación de abarrotamiento, lo cual puede repercutir en la imagen que genera y en tu concentración —tal como explican varios estudios en lo referente al orden y el espacio—.
Decoración en base a los valores que quieras transmitir
Es muy importante que los objetos decorativos que elijas transmitan los valores de tu estudio, así como tus gustos e intereses —tanto si es un estudio profesional, como si es un estudio personal en tu vivienda—. Puedes optar por colgar tu título de carreta y diplomas destacados. También puedes colocar en las estanterías los trofeos y reconocimientos obtenidos a lo largo del tiempo. Por otro lado, si vas a colgar cuadros, elige aquellos más apropiados a la imagen que quieras transmitir, por ejemplo, cuadros con frases relacionadas con tu profesión o imágenes de tus aficiones.
Los cojines para el sofá
Aunque no son imprescindibles, un sofá recargado de cojines da la sensación de confortable y de acogedor. Algo que se transmite al resto del estudio. Es más aconsejable que el estudio transmita una sensación de calidez frente al frío, que invita al rechazo. Así podrás concentrarte mejor y las ideas fluirán más rápidamente. Te recomendamos que adaptes el estudio a tus gustos y necesidades para que te sientas más a gusto en él.