
Pese a las similitudes que comparte un sofá rinconero y un sofá chaiselongue, como podremos intuir, no son lo mismo.
La forma de “L” está presente en ambos, pero ¿cómo los diferenciamos? ¿cuándo es mejor uno u otro? Este artículo está pensado para resolver las dudas más frecuentes en torno a esta cuestión. Y es que, se trata de un tema que suscita muchas dudas.
Decantarnos por sofás rinconeras o chaiselongue presenta ventajas y desventajas que han de ser tenidas en cuenta previamente a la compra de uno de estos dos sofás. La distribución de nuestro salón, la presencia o no de esquinas en el mismo y las funciones y comodidades que esperamos del sofá, serán determinantes a la hora de tomar una decisión. Te contamos cómo distinguir sofás rinconeras y chaises longues para elegir sin riesgos.
Que es un sofá rinconera

Un sofá rinconera, como su propio nombre indica, es aquel que se diseña para cubrir un rincón o esquina del salón, de ahí que también se conozca como sofá esquinero.
Así, la estructura y diseño de este sofá cubre dos lados diferentes del salón, formando, entre ambas partes, una esquina en ángulo recto. Los sofás rinconeros permiten aprovechar al máximo el espacio, minimizando los ángulos muertos y optimizando las dimensiones disponibles.
En este sentido, se recomienda que se apueste por él solo cuando el diseño del salón lo exija, dado que, sus dimensiones, podrían ocupar demasiado espacio y derivar en una sensación de saturación del espacio.
Que es un sofá chaise longue

Un sofá chaise longue presenta una forma en “L” y se caracteriza por añadir, a las plazas de un sofá convencional, un módulo que se prolonga para poder tumbarse.
Este brazo resultante carece de respaldo, incorporando, en su lugar, un brazo que se extiende hasta la mitad del asiento. Al igual que en el caso del esquinero, se pueden aprovechar las esquinas del salón, pero no es estrictamente necesario que existan. Esta es una de las diferencias entre chaiselongue y rinconera, la cual necesita sí o sí una pared de ángulo recto para encajar.
Además de esta, veamos con más detalle las diferencias entre estos tipos de sofás.
Diferencias entre sofás chaiselongue y rinconeras
Como hemos visto, un sofá chaiselongue y uno rinconera comparten la forma en L, sin embargo, si nos fijamos bien, empezamos a extraer diferencias entre ambos tipos. A grandes rasgos las diferencias son: respaldos, ubicación más apropiada, comodidad, funcionalidad y estética.
La presencia de respaldos
Como hemos adelantado en la descripción sobre un sofá chaise longue, su brazo extensible carece de respaldo, ubicándose en su lugar un brazo que alcanza hasta la mitad de dicha plaza. Los sofás rinconeros, en cambio, presentan respaldo en todos y cada uno de los asientos.
Ubicación en el salón
Un sofá rinconero precisa de una esquina en ángulo recto para ser colocado. A no ser que dispongamos de un salón con espacio suficiente para ubicarlo en el centro del mismo – algo realmente útil para separar espacios o crear zonas de paso – habremos de contar con una esquina de 90º donde encajar el sofá rinconero y sacarle el máximo partido.
Por su parte, un sofá chaise longue, se adapta a cualquier espacio, pudiendo aprovechar las esquinas, en caso de que las haya o, simplemente, ocupando una pared lisa. Además, es habitual que en los sofás chaise longue podamos elegir qué parte, si la derecha o la izquierda, ampliamos, pudiendo adaptarse, todavía más, a la distribución de tu salón
Funcionalidad
Los sofás chaise longue cuentan con una plaza ampliable, donde poder tumbarse. Pero, además, algunos modelos – que incluso incluyen almacenamiento, a modo de arcón, en su parte inferior – pueden convertirse en cama, y sacarte de algún que otro apuro ante visitas inesperadas.
En caso de necesitar más espacio en el salón, la parte extensible de la chaise longue puede recogerse de manera puntual y habilitarse como asiento, lo que puede suponer un gran atractivo.
¿Cuándo elegir un sofá chaise longue y cuándo un rinconero?

A raíz de las diferencias citadas, seguramente ya hayamos extraído nuestras propias conclusiones y valorado cuál será la mejor solución en base a nuestro salón.
A la hora de elegir, estos son los factores más importantes a tener en cuenta:
Dimensiones y posibilidades del salón
El tamaño y distribución del salón será determinante para decantarnos por una u otra solución. Los espacios amplios permiten ubicar un sofá chaise longue con los que dividir el espacio, creando salones muy modernos y funcionales. Pero, en caso de contar con un salón de pequeñas dimensiones, los sofás rinconeros permiten optimizar el espacio, siempre y cuando cuenten con una esquina donde ser ubicados.
Por otro lado, también habremos de considerar la medida del lado corto del sofá. Aquellos modelos que tienen forma de L, tienen un lado corto y otro largo. Si el espacio del que dispones, para el lado más corto del sofá, es inferior a 1,50cm, tu mejor opción será un chaise longue. ¿La razón? Si tenemos una rinconera con un lado corto de menos de 1,50 resultaría un espacio muy pequeño, entre asiento y respaldo, para que resultara cómodo.
En caso de optar por un sofá esquinero, pese a unas dimensiones reducidas del salón, aconsejamos prescindir de uno de los laterales del sofá y dejar las patas a la vista, factores que ayudarán a aligerar el peso visual del mueble.
También será determinante aspectos estructurales del salón, como las ventanas. En caso de querer ubicar el sofá debajo de la ventana, el sofá chaise longue ofrecerá una visión más despejada, puesto que los respaldos del rinconero podrían taparla.
Estilo y decoración
¿Qué estilo quieres conseguir en tu salón? Los sofás chaise longue ofrecen una imagen más moderna y casual de tu salón, frente a la elegancia y presencia de la que hacen gala los sofás esquineros.
En el caso de los primeros, como hemos mencionado, podemos jugar con su ubicación para crear zonas de paso o separar diferentes zonas del salón, sin resultar demasiado sobrecargado, y creando una estancia funcional además de estética.