Con el paso del tiempo y dependiendo del uso que le demos al sofá este puede acabar hundiéndose. La densidad de la espuma, así como la calidad de la misma, es otro de los factores que acaban influyendo en el deterioro de los asientos del sofá. Afortunadamente, cuando esto nos ocurre no es necesario cambiar todo el mueble y comprar uno nuevo. En este artículo queremos explicarte algunos consejos para sofás hundidos. Analizamos qué hacer para que no se hunda el sofá y cómo reparar sofá hundido. ¡Sigue leyendo para averiguarlo!
Reparar sofá hundido ¿Qué debo hacer?
Un sofá hundido resulta incómodo cuando nos sentamos o tumbamos en él, haciendo que nuestra espalda esté tensa y cargándola —lo cual puede derivar en daños en la columna o en el cuello—. Además, un sofá hundido genera un mal aspecto para la decoración de nuestro hogar, lo cual da —así mismo— una mala imagen. Como explicábamos son varios los motivos por los cuales tu sofá hundido ha llegado a estar como está. Algunos de ellos son:
- El tiempo: La vida útil de un sofá de calidad suele tener una duración de 15 años, aunque esta puede variar para bien o para mal dependiendo del uso que le demos y del cuidado que tengamos.
- La calidad de los materiales: La calidad de los materiales influye en la duración del sofá, tanto de la espuma de los asientos que pueden deformarse, así como del armazón del sofá —que puede partirse y deformar el mueble—.
- El uso del sofá: Si el mueble ha tenido mucho uso, o un uso inadecuado, su deterioro será más rápido.
Para arreglar un sofá hundido es importante que prestes atención a los consejos que te ofrecemos, a continuación. Te recomendamos que tengas muy en cuenta lo siguiente:
Averigua la causa de tu sofá hundido
Lo primero que tienes que hacer es averiguar cuál es la causa del desperfecto con el fin de encontrar la solución más adecuada para sofás hundidos. Para poder detectar el problema es importante que conozcas cuáles son las partes que conforman el conjunto del sofá y que influyen en el hundimiento. Debes fijarte en los siguiente:
- El armazón: Los principales problemas de hundimiento del sofá provienen de una rotura del armazón, que es la base del sofá. El armazón puede compararse con el esqueleto de este mueble. Este puede estar hecho de distintos materiales, como es la madera, el tablero de partículas, o conglomerado, y el metal —ya sea de hierro, de acero o de aluminio—.
- Los asientos: Concretamente, la espuma que conforman los asientos. Es posible que notemos que una parte de esta se haya hundido y no recupere su forma original.
- Las suspensiones: Las suspensiones del sofá van colocadas entre el armazón del sofá y los asientos, además, estas van forradas por la cubierta del armazón, normalmente hecha de fibra siliconada o espuma de poliuretano. Las suspensiones sirven para proporcionar un gran confort al asiento ya que estas favorecen la rápida recuperación de la forma del asiento. Además, al dejar un hueco en el armazón, se consigue una recirculación del aire de forma permanente. Debes tener en cuenta que el armazón está hueco por dentro por este mismo fin. Las suspensiones pueden ser muelles —las más utilizadas en sofás de calidad— o cintas.
Sustituir la espuma para sofás hundidos
En el caso de que la espuma del sofá haya cedido, lo que tendrás que hacer es sustituir el relleno de los asientos por otro nuevo. Se trata de un problema muy sencillo de solucionar ya que solamente tendrás que cambiar una espuma por otra. Además, esta es muy fácil de conseguir. La puedes encontrar en cualquier fábrica de sofás, así como en cualquier tienda de tapicería o de bricolaje. Lo único que tendrás que hacer es tomar las medidas del ancho y largo del relleno para que este se adapte perfectamente a tu asiento. Nuestra recomendación es que optes, como mínimo, por espumas que tengan una densidad de 30 a 35 kg/m3. Esta es la más recomendada y la más empleada en sofás de calidad. Además, recuerda que cuanto más alta sea la densidad de la espuma del sofá esta no tiene por qué ofrecer más firmeza, influye mucho la calidad de los materiales con la cual ha sido fabricada. Así pues, podemos encontrar espumas de una misma densidad, pero de diferente firmeza.
Arreglar sofá hundido: los revestimientos
Como decíamos, los revestimientos pueden ser de muelles y de cintas elásticas. En el caso de que se hayan estropeado los muelles, o alguno de ellos, lo que tendrás que hacer es revisar cuál de todos se ha roto o torcido y sustituirlo. Para ello, tendrás que acceder a la estructura descosiendo el recubrimiento. Puedes encontrar muelles para sofás en tiendas especializadas, así como en ferreterías y en tapicerías. Los muelles de recambio deben tener el mismo diámetro y longitud, así que en el momento de comprar uno nuevo lleva tu pieza desgastada para comprobarlo.
Ahora bien, si lo que se ha estropeado son las cintas, en ese caso lo que tendrás que hacer es comprobar qué ha ocurrido. Revisa si estas están flojas, sueltas o simplemente se han roto. En el último de los casos, lo que tendrás que hacer es cambiarlas por unas nuevas. Recuerda que estas pueden adquirirse en tiendas especializadas, tapicerías, ferreterías o bricolaje. Para soltar la tela que separa las cintas tendrás que llegar hasta la parte posterior de los asientos.
Reparar sofá hundido con daños en el armazón
Si el mueble presenta daños en el armazón lo que tendrás que hacer para arreglar el sofá hundido será revisar cuáles son las piezas que están rota y cambiarlas por otras nuevas. Tendrás que remplazar cualquier parte rota, doblada o arqueada, pero teniendo mucho cuidado en no perjudicar la estabilidad de la estructura. Por ello tendrás que hacerte con las herramientas necesarias, como destornilladores, martillos, alicates, palas, clavos, tornillos, tachuelas… También puedes utilizar rectificadores o soportes rígidos para suplir la función del material dañado sin necesidad de cambiar la sección deteriorada. Recuerda, en cualquier caso, tomar las medidas exactas, utilizar el mismo material y con la misma calidad. Por último, fija las nuevas piezas haciendo uso de los clavos o de los tornillos. También puedes aplicar pegamento especial antes de enclavar.
Cómo evitar que se hunda el sofá
Para que no se hunda el sofá hay varias cosas que debemos evitar. Lo más recomendado, siempre, es concienciar a nuestros hijos —si es el caso de que tenemos— de que el sofá puede estropearse si se suben de pie. Así mismo, es aconsejable que cuando nos sentemos en él mantengamos siempre una buena postura para prevenir daños. Para que no se hunda el sofá también es importante que intentemos equilibrar nuestro peso de manera uniforme, sin marcar en exceso los codos o las rodillas. Además, siempre que puedas siéntate en el centro de los asientos y no entre ambos. Evita, así mismo, colocar objetos pesados encima de él, por ejemplo, cuando estás limpiando la casa.