El sofá de piel es uno de los sofás más populares y mejor valorados que existen. Este sofá es ideal debido a la gran resistencia que posee, a su comodidad y a la buena aclimatación que ofrece —independientemente de la fecha o temporada del año—. Aunque se trata de uno de los tejidos de tapicería más resistentes que existen, el sofá con piel también requiere llevar a cabo un mantenimiento de vez en cuando. Este nos ayudará a que la tapicería se vea siempre como nueva y a que su desgaste sea mucho menor, lo que hará que dure más tiempo.
En este artículo te explicamos varios consejos para que aprendas cómo limpiar un sofá de piel y cómo reparar un sofá de piel si fuera necesario. Sigue leyendo para aprender cómo hacerlo y prolongar su vida útil.
¿Qué saber si un sofá es de piel?
El sofá de piel es un sofá hecho con un tapizado 100% natural que proviene de la piel del vacuno. Estos sofás destacan por ser resistentes y flexibles, lo cual ayuda a que el mueble se deforme menos con el paso del tiempo. El sofá de piel puede ser de varios tipos, dependiendo de si es piel rectificada, piel espesorada o piel de flor.
Lo primero que debes hacer antes de pasar a limpiar un sofá de piel o de reparar un sofá de piel es asegurarte de que el mueble que tienes es realmente de cuero, ya que si este está hecho de polipiel hay que llevar a cabo otras técnicas de mantenimiento —ya que el material sintético con el que está fabricado resulta más frágil y podría deteriorarse—. Para identificar si el sofá de tu casa es de piel debes tener en cuenta lo siguientes:
- Olfato: Es fácil identificar cómo huele la piel.
- Tacto: Toca la tapicería con las manos y comprueba si esta es suave y lisa, si es flexible y si transmite calidez. La polipiel es más rígida y no tiene arrugas.
- Vista: Comprueba que la textura no sea totalmente uniforme, al igual que los poros de la piel. Si tienes la posibilidad de darle la vuelta al tejido, comprueba que tiene gamuza o pelusilla.
Cómo limpiar un sofá de piel
Una vez aclarado qué es un sofá de piel original y cómo identificarlo, ya podemos pasar a explicar cómo limpiar un sofá de piel. Para ello, lo que debes tener en cuenta son los siguientes pasos.
- Aspirar el polvo: Lo primero que debes hacer es aspirar el polvo. Al menos, hazlo cada 15 días en las zonas en las que más se acumula. De esta forma evitarás que acabe adhiriéndose al tapizado.
- Pasa un paño húmedo: El segundo de los pasos es pasar un paño húmedo con una mezcla de agua destilada y jabón neutro. Esto lo puedes realizar cada 2 o 3 meses, aproximadamente —así evitarás que este se desgaste—. La forma en la que debes retirar la suciedad es frotando delicadamente y realizando movimientos circulares sobre la superficie.
- Retira la suciedad: El siguiente de los pasos es retirar la suciedad que se haya desprendido. Para ello, puedes emplear una toalla perfectamente enjuagaba con agua fría.
- Seca el sofá: Por último, utiliza un paño seco y limpio para retirar la humedad del sofá.
En el caso de que el sofá de piel esté muy sucio, puedes seguir otros trucos para eliminar manchas complicadas. Para ello deberás usar técnicas de limpieza y productos un poco más agresivos, pero muy efectivos. Algunos de ellos son:
- Productos de limpieza especiales: Los productos de limpieza especiales para sofás resultan muy útiles para eliminar las manchas que no se han ido en el primer lavado. Te recomendamos que elijas un limpiador con aceite de pino y que con una esponja grande frotes hasta eliminar las manchas. Puedes combinar esta mezcla con agua destilada, detergente neutro y el limpiador.
- Toallitas de bebé: Las toallitas de bebé resultan también muy útiles. Estas están indicadas para pieles delicadas, por lo que no le harán daño a la tapicería del sofá. Además, se trata de un producto económico y sin ingredientes agresivos.
Cómo reparar un sofá de piel
No siempre será posible, pero en algunos casos podremos proceder a reparar sofás de piel y que queden prácticamente como nuevos. Si lo que quieres es saber cómo reparar un sofá de piel, entonces te recomendamos que tengas en cuenta los siguientes pasos:
- Grietas: Si se ha producido una grieta que deja al descubierto el interior del acolchado o espuma del sofá, entonces lo que debes hacer es emplear pegamento especial para cuero.
- Surcos profundos: Si es el caso de que tu sofá cuenta con grandes surcos, entonces deberás contar con un trozo extra del tapizado para poder hacer el arreglo a modo de parche o utilizar un kit de reparación de cuero que incluye todos los materiales necesarios.
- Puntos pelados en el sofá: En este caso, lo que debes hacer es cortar los hilos que sobresalen —en primer lugar—. A continuación, tendrás que utilizar una lija poco abrasiva para igualar las partes. El siguiente paso será aplicar una capa de cuero líquido o masilla para cuero en la zona afectada y dejarla actuar. Por último, tendrás que aplicar una capa de tinte para cuero del mismo color del tapizado con una esponja —puedes aplicarlo, primero, en una pequeña zona para comprobar que se trata del mismo color—.