
Nunca es fácil saber cómo limpiar un sofá sin necesidad de inutilizarlo durante más tiempo del que nos interesa. Es normal que los sofás sean los muebles que más se ensucien, pues por norma general el tejido con el que están fabricados atrapa el polvo y no es tan fácil eliminarlo como pasar un plumero, y a eso se ha de sumar que es uno de los muebles que más utilizamos: nos sentamos en él, comemos en él, dormimos en él… Es natural que llegue un punto en el que toque limpiarlo, y eso si no tenemos en cuenta los momentos en los que se puede volcar una bebida o algún pequeño lo mancha de chocolate o mermelada. En definitiva: hay muchos motivos por los cuales nuestro sofá se puede ensuciar, y no todas las piezas del sofá pueden retirarse de la estructura para poder limpiarlas cómodamente en la lavadora.
Es por eso que una solución cada vez más utilizada para limpiar el sofá es optar por la limpieza en seco del sofá. Se trata de una técnica más cómoda que nos permite, además, limpiarlo en mayor profundidad sin tener que armar tanto jaleo, y asegurándonos de que todas las piezas del mueble quedan limpias, algo que siempre es de agradecer, especialmente si tenemos niños o mascotas. Si eres de los que busca una solución práctica que pueda llevar a cabo de forma asidua, presta atención a los siguientes consejos y consigue un sofá impoluto en poco tiempo.
Cómo limpiar un sofá en seco
Antes de proceder con la limpieza en seco de tu sofá, échale un vistazo a la etiqueta del mueble. En ella te indicará si efectivamente ese tipo de tejido admite limpieza en seco, y si no es así te dará una serie de indicaciones para poder proceder con su limpieza adecuada, en caso, por ejemplo, de que necesite un producto específico o de que no sea recomendable utilizar un químico concreto por si llegara a dañar o a deteriorar la pieza. Si no hay inconveniente, procede con los siguientes pasos.
Lo primero que tienes que hacer es seleccionar los productos con los que vas a realizar la limpieza en seco del sofá. Es posible que en una primera instancia la información que encuentres te recomiende utilizar productos como Gas Nafta, percloroetileno, cloruro de metileno u otros productos similares, pero tienes que tener en cuenta que son productos químicos utilizados sobre todo en tintorerías y espacios de limpieza profesionales y que requieren de determinadas indicaciones de seguridad, incluyendo equipamiento adecuado y ventilación, por lo que si vas a optar por esta opción tendrás que tener mucho cuidado a la hora de implementarlo.
Hay algunos productos comerciales orientados precisamente a la limpieza en seco del sofá, como espumas en seco o limpiadores, por lo que si no quieres optar por una fórmula necesariamente casera siempre puedes comprar un producto de estas características. Finalmente, las fórmulas caseras son también una opción que necesitarás preparar por tu propia cuenta, fórmulas que suelen incluir alcohol, agua destilada o vinagre, entre otras cosas. Si vas a decidirte por esta última opción, asegúrate de dar con una fórmula adecuada que no dañe el tejido.
Una vez sepas con qué producto vas a realizar la limpieza, hay una serie de artículos que puedes utilizar para proceder con la misma, desde esponjas, rodillos o aspiradoras hasta sencillos paños de microfibra o cepillos técnicos. Independientemente de lo que elijas, asegúrate de que la técnica que utilizas no perjudica el textil de tu sofá. Por ejemplo, si optas por un paño, necesitarás uno de microfibra o de gamuza de piel, si bien la principal característica es que debe ser absorbente. Hay también una serie de opciones a nivel electrodoméstico, como son las vaporetas de mano, que te permitirán agilizar en gran medida el proceso de limpieza en seco.
Una vez tengas todo el material que necesitas, aspira el sofá. Asegúrate de quitar el polvo o pequeños objetos o suciedad que sean más visibles, como pelusas, pelos o trozos de juguete. Una vez conseguido, si has optado por productos profesionales o comerciales, sigue las indicaciones que te faciliten en el envase, y si vas a utilizar una fórmula casera, prueba con alguna de estas:
- Agua con agua oxigenada. Moja un paño de microfibra o de gamuza de piel en la sustancia resultante y repasa toda la superficie del sofá, haciendo mayor hincapié en aquellas que estén más sucias. Después, pasa un segundo paño humedecido únicamente con agua, y por último deja reposar hasta que esté totalmente seco antes de volver a utilizarlo.
- Bicarbonato de sodio. Consigue bicarbonato de sodio y reparte el polvo de forma equitativa en toda la superficie del sofá, dejándolo actuar entre 10 y 15 minutos, y finalmente recógelo con ayuda de una aspiradora. Se trata de una técnica especialmente recomendada para sofás con telas blancas o claras, pero puede aplicarse también en otras tonalidades.
- Bicarbonato con vinagre. Prepara una solución con un litro de agua tibia, 100 ml de vinagre y 30 gr de bicarbonato y mezcla hasta que se disuelva. Luego, humedece un paño de microfibra en la solución y limpia la superficie del sofá en movimientos circulares y con delicadeza. Una vez hayas realizado la primera pasada, puedes realizar una segunda pasada o, si consideras que ya ha quedado como pretendías, dejar que se seque el tapizado antes de sentarte de nuevo.
Por qué limpiar un sofá en seco
Como decíamos, no todos los sofás permiten desenfundar la parte textil de sus piezas para poder lavarlo en la lavadora, y aun siendo así hay algunos tejidos más delicados que, de ser lavados en la máquina, podrían acelerar su desgaste. Limpiar un sofá en seco es una buena alternativa para conseguir una limpieza más rápida e inmediata, que no cuesta apenas trabajo y que nos asegura poder conservar en mayor medida la integridad del tejido de nuestro sofá, alargando así su vida útil y no generando desgastes innecesarios que acabarán llegando con el tiempo y con el uso.