El sofá es, con toda probabilidad, uno de los muebles más utilizados del hogar. De hecho, pasamos gran parte de nuestro tiempo libre al día acomodados sobre este confortable mueble. Por ello, es el lugar en que nos tumbamos a ver nuestras películas y series favoritas. También es el lugar donde sentamos a nuestras visitas mientras disfrutamos de una agradable conversación con un buen café o un chocolate caliente entre las manos.
Es decir, es una de las partes más importantes de nuestro hogar desde el punto de vista público como privado. Recuerda que la decoración del interior de tu hogar, junto con la elección del mobiliario forma parte de una especie de “carta de presentación” ante las visitas. A través de esta decoración puedes mostrar tu personalidad y tus gustos personales. Es decir, el diseño de interiores que elijas, habla de ti.
Y, como no puede ser de otra manera, el sofá es uno de los elementos más importantes, en cuanto a comodidad y estética. Por ello, este tipo de mobiliario lo puedes encontrar en el mercado elaborado con una amplia gama de materiales de características diferentes, como la piel o la tela.
De hecho, mucha gente tiene la duda de si es mejor un sofá de piel o de tela. Por ello, en este artículo te vamos a aportar las características, las ventajas y desventajas de cada uno de ellos para que puedas elegir el que se adapte mejor a tus necesidades.
Sofás de piel
Junto con los sofás de tela, de los que hablaremos más adelante, los sofás de piel son una de las opciones de mobiliario de salón más demandadas del mercado. Estos tipos de sofás tienen unas características muy diferenciadas que les otorga unas particularidades determinadas.
Ventajas y desventajas de los sofás de piel
Los sofás de piel tienen la gran ventaja de que su limpieza y mantenimiento son muy sencillos, especialmente si el cuero es de buena calidad. De hecho, para limpiarlos, basta con pasar un trapo ligeramente húmedo por toda su superficie para eliminar el polvo que se va acumulando y las manchas que pueda haber.
Este tipo de sofás, además suelen ser bastante duraderos si se cuidan bien y se mantienen en perfectas condiciones. Asimismo, el sofá de cuero es una opción muy elegante que aporta mucha presencia y seriedad al diseño de interiores. Es decir, el cuero es un material que aporta una sofisticación increíble al diseño de interiores.
Sin embargo, los sofás de piel también tienen algunos inconvenientes, como, por ejemplo, su elevado precio, ya que suelen ser bastante más caros que los sofás de tapizado de tela. Sin embargo, como hemos comentado, lo puedes tomar como una inversión, ya que su durabilidad también es bastante superior.
Otra desventaja importante se encuentra en el hecho de que, pese a que la piel es un material agradable al tacto en las estaciones templadas, en invierno se vuelve demasiado frío y, en verano, demasiado caluroso. Asimismo, también tienen las posibilidades decorativas más limitadas que los de tela, al no poder disponer de estampados, por las características del propio material.
Sofás de tela
Se suele decir que los sofás de tela no son tan sofisticados como los de piel, ya que están elaborados con un tapizado de tela que presenta bastantes inconvenientes. Sin embargo, aunque esto es cierto, también debemos tener en cuenta que este tipo de mobiliario presenta muchas ventajas que deben ser tenidas en cuenta en el momento en que estamos decidiendo si comprar un sofá de piel o de tela.
Ventajas y desventajas de los sofás de tela
Una de las principales ventajas de los sofás de tela es que son mucho más económicos que los de piel. De hecho, pueden llegar a tener un coste hasta tres veces menor. Asimismo, los sofás de tela permiten grandes posibilidades decorativas, al poder elegir aquellos que tienen tela con distintas combinaciones de estampados.
Es decir, los sofás de tela poseen una amplia variedad de texturas y colores disponibles con las que los de piel no pueden competir. Por ejemplo, podemos encontrarlos con estampados, lisos, combinados, aterciopelados, de aspecto rústico, clásico, minimalista, etc.
Otra de las ventajas que hay que tener en cuenta a la hora de comprar un sofá de tela es que son bastante acogedores y su tacto es bastante agradable. Además, en invierno aportan sensación de calidez y, en verano, en función de la tela elegida, aportan una sensación de mayor frescura que los de piel o de cuero. Es decir, son, en general, unos muebles mucho más transpirables.
En cuanto a sus inconvenientes, el desgaste y el deterioro del material es mucho más acusado en los sofás de tela que en los de piel. Asimismo, su mantenimiento es bastante más engorroso que en el caso de los sofás de cuero, ya que no basta únicamente con pasarles un trapo humedecido con agua, sino que, debido a que están hechos con tela, atrapan el polvo y este se incrusta en su tapizado, así como los ácaros. Por ello, este tipo de sofás se suele ensuciar mucho más fácilmente que los de piel.
¿Qué es mejor un sofá de piel o de tela?
Como todo, si quieres saber si es mejor un sofá de piel o tela, te diremos que depende de tus gustos, necesidades y del uso que le vayas a dar, así como de la estética que le quieras aportar al interior de tu hogar. Por ejemplo, si quieres optar por un diseño de interiores elegante, serio y refinado, te recomendamos optar por un sofá de tela, especialmente si puedes afrontar su elevado coste económico.
Si, en cambio, quieres aportar una mayor versatilidad a tu salón y quieres un sofá que tenga distintas combinaciones de colores o estampados, te recomendamos un sofá de tela. Estos son más económicos, aunque son más difíciles de limpiar y se suelen estropear bastante.
Por ello, debes tener en cuenta distintos criterios como el precio, la durabilidad, los materiales usados en relación a la estética que quieres para el diseño de interiores y, por descontado, la confortabilidad que aportan ambos en las distintas estaciones del año. Por ello, si quieres elegir un sofá de piel o de tela, debes tener en cuenta estos aspectos antes de tomar una decisión de la que no te vayas a arrepentir en el futuro.