
¿Quieres convertir tu recibidor en todo un ejemplo del estilo clásico? En este post encontrarás las claves y las mejores ideas para convertir, la entrada de tu hogar, en una estancia atemporal y elegante.
El recibidor constituye la entrada y la salida de tu casa. Es lo primero que se encuentran las visitas cuando llegan y lo último que ven cuando se van. Por ello, se ha de prestar especial atención a la decoración de esta estancia para que responda exactamente a la imagen que quieres proyectar.
Decantarse por el estilo clásico es una gran elección, ya que es sinónimo de elegancia, atemporalidad y buen gusto. Pero ¿cómo se consigue este estilo decorativo? ¿qué no puede faltar en la decoración de recibidores clásicos? A continuación, te damos los mejores trucos de decoración.
Características del estilo clásico

Antes de lanzarte a decorar un recibidor clásico, has de partir de las premisas básicas de este estilo decorativo. Entre ellas cabe destacar:
- Simetría: los objetos decorativos en el estilo clásico están dispuestos de manera simétrica y, por lo general, en parejas. Dos jarrones, dos lámparas, dos floreros… y, en el centro, un espejo. Esta simetría dota de equilibrio y orden al conjunto, una cualidad muy importante en el estilo clásico.
- Elegancia: muebles y elementos decorativos transmiten lujo y glamour. Se apuesta por los muebles recibidores de gran tamaño, pues refuerzan el carácter rico y opulento tan propio de este estilo. También se puede crear un juego de estilos, mezclando lo clásico y lo moderno. ¿El resultado? Un recibidor ecléctico muy original.
- Espejos: los espejos son indispensables para este estilo decorativo, preferentemente con marcos dorados y muy labrados, aunque puedes encontrar para todos los gustos. Por lo general, tienden a ser de gran tamaño.
- Materiales nobles: las maderas oscuras, como el nogal o la caoba, son de las más escogidas en la confección de mobiliario clásico. Junto a estas, las superficies acristaladas, los jarrones de porcelana o las superficies de mármol, no pueden faltar a la hora de decorar el recibidor clásico.
- Superficies e iluminación: Tan importante son los elementos decorativos y sus materiales, como el marco que los acoge. Las paredes que enmarcan los muebles recibidores clásicos, gustan de lucir papeles pintados, con patrones barrocos, o pintadas en un color tenue.
Por lo que respecta a la iluminación, los recibidores clásicos suelen lucir preciosas lámparas de pie, que aportan luz y, también, simetría y decoración a este espacio de la casa.
Ideas para decorar un recibidor clásico
Ahora que ya sabes cuáles son las principales reglas del estilo clásico, te presentamos unas cuantas ideas sobre la decoración de recibidores que, seguro, te resultarán de lo más inspiradoras.
Aunque, si lo que estás buscando, es el mueble protagonista de esta estancia, no te puedes perder este amplio y variado catálogo de recibidores clásicos, caracterizados por materiales de alta calidad, excelentes acabados y exquisitos diseños.
Recibidor clásico con plantas

El intenso color verde de las plantas combina a la perfección con la gama cálida que, por lo general, tiende a dominar la paleta cromática del estilo clásico.
Las maderas oscuras de los muebles, el color crema predominante en el papel pintado de la pared, así como los colores cálidos de la alfombra se equilibran con la viveza del verde de la frondosa planta que se ha colocado sobre la mesa del recibidor.
Combinar la paleta fría con la cálida es indispensable para crear un entorno visualmente armónico, tal y como se ha conseguido en este recibidor clásico.
Recibidor clásico con gran espejo

Tal y como hemos mencionado al principio, los espejos son uno de los mejores aliados de los recibidores de estilo clásico. No solo son decorativos, sino que, además, potencian la luz de la estancia y crean un juego visual de reflejos con el que se consigue una sensación de amplitud.
Los espejos para recibidores clásicos son de lo más variados: ovalados, cuadrados, con marco labrado, en madera, en metal… Pese a que las formas y los diseños varían enormemente, todos comparten una cualidad: la elegancia. Echa un vistazo a estos espejos clásicos y compruébalo por ti mismo.
Recibidor clásico con toques de mármol

El mármol es uno de los materiales más populares y apreciados siempre que nos preguntamos cómo decorar recibidores clásicos.
Al igual que las maderas nobles o la porcelana, el mármol es uno de los materiales que mejor expresa el lujo y la opulencia que transmite el estilo clásico. Combinado con las maderas oscuras, como en el caso del recibidor de la imagen, se crea un contraste muy decorativo que aporta la nota de distinción a la estancia.
El espejo y las lámparas continúan en la línea cromática grisácea para dar continuidad a la tonalidad del mármol y equilibrar la calidez de la madera. Para finalizar y evitar que el recibidor resulte demasiado cargado visualmente, la pared luce un bonito blanco roto además de las características molduras tan presentes en el estilo clásico.
Recibidor clásico con alfombra

Los textiles cobran un gran protagonismo en el estilo clásico. Las telas de las cortinas, de los tapizados y de las alfombras, lucen intensos colores y patrones de lo más decorativos, potenciando el lujo y la sofisticación del conjunto.
De nuevo, se ha escogido la gama fría para contrastar con la calidez e intensidad de los tonos oscuros de la madera. Así, se ha apostado por una alfombra en tonos azules y blancos con patrones étnicos.
Recibidor clásico ecléctico

La mezcla de estilos tiende a dar, como resultado, estancias tan sorprendentes como esta. En este recibidor, se combinan apuntes de estilo clásico con decoración muy actual.
Las paredes, en color crema, lucen bellas molduras que, como sabemos, están muy presentes en las superficies del estilo clásico. Por otro lado, el mueble protagonista, una preciosa cómoda, está enmarcada por una pareja de sillas – siguiendo las normas de simetría del estilo clásico – tapizadas con el popular animal print.
La decoración restante es propia del estilo contemporáneo: las láminas de los cuadros, la lámpara o la escultura, aportan el contrapunto moderno a una estancia que se inclina hacia las normas clásicas.